18 jun La gestión del agua sumergida en el Semiárido venezolano
De la superficie terrestre, el 46% es de condición climática árida y semiárida. Estas tierras son tan antiguas que en la actualidad puede sentirse su historia inmersa. Han sido ocupadas por grandes civilizaciones; el imperio Azteca, en México, por ejemplo entre muchas otras. En Venezuela, las tribus indígenas de los ayamanes, jiraharas, gayones, ajaguas, ocupaban toda la zona del semiárido larense. El río el Tocuyo, ubicado en estas tierras, fue para la región, como el Nilo para Egipto, de acuerdo a Francisco Tamayo, botánico y conservacionista venezolano.
En dicho porcentaje terrestre se incluye al semiárido que ocupa el 45 % del territorio del Estado Lara. Se ubica en mayor proporción en la Depresión Barquisimeto – Carora a unos 400 y 700 metros sobre el nivel del mar. Un ecosistema frágil con escasas precipitaciones (650 mm.anuales), altas evaporaciones altas (entre 1.600 y 1.800 mm.anuales), elevadas (fluctúan entre 19 y 29 ºC), suelos areno-pedregosos y vegetación xerófita.
Río el Tocuyo, un tesoro en el semiárido venezolano
A pesar de que el ecosistema es frágil y no llueve con frecuencia, el semiárido larense es un lugar privilegiado, ya que por él corren las aguas del Río el Tocuyo, el de mayor importancia en la región occidental de Venezuela. Ha sido muy importante para la producción agrícola de Lara. Sin embargo, en la actualidad se nota la explotación del mismo ya que nada queda de su abundante y navegable naturaleza, como lo fue hasta finales del siglo XX.
En esta zona, las condiciones culturales están determinadas por las naturales. El tipo de economía se centra en la producción campesina y artesanal. La producción de cocuy, ganadería caprina, tejidos de hamacas, cestas, trabajos en cuero y madera es parte importante de la economía. Según Luis Eduardo Cortés Riera, en su ensayo Una Mirada Al Semiárido Larense Venezolano: Las Posibilidades De Un Territorio, “estas características se desarrollaron bajo la forma de una racionalidad ecológica de la producción campesina que refleja una particular relación naturaleza/cultura’’.
Para el cronista Héctor Pineda, de Siquisique, pueblo del semiárido larense, los pobladores de esta región gestionan el recurso de una forma más ahorrativa en comparación con el resto del país.
La vida adaptada al clima
El modo de vida, sus rituales y cotidianidad también están adaptados al clima. Las cosechas de agua, lagunas, diques, acueductos, acequias y jagüeyes, son algunos de los empleados para el aprovechamiento del recurso. Para el abastecimiento la integración comunitaria es fundamental, es algo que ya tienen establecido los pobladores, por la dinámica que requiere de fuerzas, ya sea para transportar, llevar el agua hasta sus hogares, cavar pozos, hoyos y sacar el agua.
Comunidad organizada para abastecerse
Debido a la crisis humanitaria compleja que atraviesa Venezuela, y los cambios climáticos que hacen más vulnerable al ecosistema semiárido, Acción Campesina, con el apoyo de la Plataforma de Semiáridos, junto a la Fundación Tierra Viva y Redsoc, promueven el Proyecto AQUA, desde agosto del 2019 en la zona del semiárido larense, específicamente en las comunidades aledañas a Siquisique, (la Estación, las Veritas, Cauderales, Independencia, Río abajo, Las Mulatas, San Rafael). El objetivo es capacitar a los miembros para que lideren sus comunidades, fortalezcan sus capacidades y trabajen en conjunto en la ejecución de acciones locales, que integran la salud, la economía y la conservación del ambiente.
En las actividades formativas se les explica cómo organizarse para llevar sus propuestas a las instituciones. De la misma forma se establecen espacios para el encuentro de ambas partes, donde participan líderes locales, y se discute la estrategia para resolver la problemática del agua que presenta la comunidad en particular.
Para conocer más sobre este proyecto ingresar a : Siquisique: 400 años buscando soluciones de agua
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