28 Oct Gestión comunitaria del agua: una gota de esperanza para la vida
Por Acción Campesina
Después de seis años sin recibir agua potable por tubería, más de 640 familias del municipio Crespo, en el estado venezolano de Lara, empezaron a recibir en sus hogares el líquido vital gracias al esfuerzo de la comunidad, que recibió de manos de la Asociación Civil Acción Campesina, en alianza con algunos entes gubernamentales, el impulso necesario para reactivar el pozo Danubio 3, el cual permanecía inactivo debido al robo de los equipos del pozo.
Cuentan los vecinos, que fueron seis años de penurias, donde pasaron a depender de camiones cisternas, que en muchas oportunidades tuvieron que pagarlos en dólares, trayendo como consecuencia un fuerte impacto en su ya menguada economía familiar.
Manuel Gómez Naranjo, director general de Acción Campesina, una institución con más de 30 años fortaleciendo las capacidades de los sectores rurales del país, recalcó la importancia de unir esfuerzos entre los diversos organismos del Estado, para lograr soluciones efectivas a problemas comunitarios.
“Nosotros estamos prestos a seguir apostándole a este tipo de proyectos, siempre buscando que se logre con el concurso de todos. Nadie puede solo, por muy poderoso que sea. Esta experiencia positiva debe profundizarse sin ningún tipo de mezquindades. Lo que nos mueve es ver rostros de felicidad como los que vemos reunidos hoy acá. Ahora queda en sus manos la administración y el cuido de la obra,” señaló Gómez el día de la puesta en marcha del pozo Danubio 3.
Sembrando agua para el futuro
Las reflexiones mundiales generadas alrededor del agua, convergieron en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada en septiembre de 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el propósito de construir un modelo de desarrollo que garantice el bienestar de las personas y la sostenibilidad de la vida en el planeta, concluyendo con la formulación de 17 objetivos y 169 metas interconectadas.
En ese listado de objetivos sobresale el ODS 6, en el cual se plantea la garantía en la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos, cuya transversalidad lo integra al planteamiento de otros ODS, especialmente en salud, educación, crecimiento económico y medio ambiente.
En el caso venezolano, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) de 1999 instituyó al agua como un bien de dominio público; estableciéndose pautas para el establecimiento de propuestas alternativas en las políticas y gestión pública en el marco de un régimen de agua participativo, sustentado, además, en la Ley Orgánica para el Servicio de Agua Potable y Saneamiento (Lopsaps, 2001).
Sin embargo, la crisis generada, ha conducido a un abandono progresivo del mantenimiento de los sistemas de acueductos y es aquí donde la Asociación Civil Acción Campesina, ha tomado en sus manos la formulación y ejecución de proyectos orientados a la recuperación de acueductos en comunidades desasistidas.
Siembra de agua en acción
Acción Campesina conduce sus soluciones de agua a través del proyecto Wash (por sus siglas en inglés: agua, saneamiento e higiene) adscritos a diversos programas, informó el ingeniero Jesús Dugarte, Coordinador Nacional del Proyecto Huertos Familiares que impulsa Acción Campesina en 31 municipios del país.
Dugarte detalló que en el caso de la rehabilitación del acueducto Danubio 3 y en otras soluciones de agua en la región, se aplica el vínculo con el Proyecto Aqua, el cual tiene como propósito la atención de la problemática de manejo del agua, fortaleciendo las capacidades locales, apoyándose en acciones que contribuyan al alivio de la situación de escasez de agua y fomentando espacios colaborativos de articulación de esfuerzos, que inciden en la salud, en las actividades económicas y en la conservación ambiental (Calvani, F., 2020).
Las comunidades involucradas se localizan en zonas donde el promedio de lluvias es de 400 y 500 mm/año, lo que se traduce en un marcado déficit hídrico, característico del semiárido larense.
Metodología
En ese espacio ocupado por el proyecto, las limitaciones de las fuentes de agua superficiales conducen a analizar opciones representadas por fuentes de agua subterránea, las cuales se circunscriben al aprovechamiento de agua del subálveo (por debajo del lecho de un río), en las comunidades de independencia, Río Abajo, Las Mulaticas y San Rafael (municipio Urdaneta-estado Lara), aplicándose una secuencia marcada por la preselección de las soluciones de agua, diagnóstico de la solución seleccionada, formulación del proyecto y ejecución de la obra.
“Desde nuestra organización, Acción Campesina, consideramos que se está haciendo un trabajo bien interesante, un trabajo de hormiguitas indudablemente, porque no estamos hablando de grandes áreas, pero es un trabajo que definitivamente es necesario comenzarlo en algunos casos cuando no se haya hecho y continuarlos ya, como en el caso nuestro, que ya lo estamos haciendo. Acción Campesina pertenece desde el año 2007 a la Plataforma de Semiáridos de América Latina y el Caribe, y en los proyectos que llevamos a cabo en todo el país, toma con especial cuidado la inclusión de aquellas áreas que tienen que ver con algún tipo de incidencia o peligro de desertificación”.
Agregó Dugarte que en el proyecto que actualmente dirige, se trabaja en zonas áridas localizadas en Península de La Guajira “que son zonas con una escasez enorme de agua, y allí se tienen buenas producciones de hortalizas en nuestro componente huertos familiares, aunado al componente soluciones de agua, que le dan cabida a la inclusión de vastas comunidades al tema de la provisión de agua potable.
Agregó Dugarte que el proyecto también se ejecuta en el estado Sucre, en comunidades que tienen la característica de ser semidesérticas y, por supuesto, en el semiárido larense. “Allí tenemos un proyecto que nos ha permitido la recuperación de pozos y puentes de agua artesanales para proveer de agua potable a las comunidades, conjuntamente con la producción de rubros hortícolas, lo que les permite sustentar la alimentación de la familia rural.
Gestión comunitaria del agua
El acceso al agua es un problema colectivo, por lo cual las comunidades deben para garantizar el suministro, mantenimiento y sostenibilidad de los sistemas de abastecimiento de agua.
En tal sentido, es la misma comunidad organizada quien asume, no solamente el derecho a exigir un servicio de calidad, sino que también asume el compromiso y se compromete con la gestión del suministro del vital líquido.
La participación de la comunidad en el mejoramiento, operación y sostenibilidad de los sistemas de abastecimiento de agua favorece la toma de conciencia del costo de los servicios, de la necesidad de cuidar los equipos y la infraestructura y de proteger las microcuencas que son la única garantía de una fuente segura de agua. La comunidad organizada para gestionar los servicios públicos es el mejor camino para construir una democracia plena.
Los procesos de Gestión Comunitaria del Agua, son un reto para la Acción Campesina y para la comunidad, por cuanto en la medida en que se produzca un adecuado manejo, operación y administración de los sistemas, se podrá garantizar la sustentabilidad del servicio en el tiempo, contribuyendo así a respaldar la organización de las comunidades ante el desafío que se asoma en la asunción de esa corresponsabilidad que garantice la perdurabilidad del servicio.
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